Justo al lado de la tarde, deambula por el pasillo de la memoria el recuerdo intacto que nunca pudiste olvidar: Como una estatua sedente, en el margen inventado de la orilla , citas con furia a la ola, cuando el sol ya ha dejado de estar en lo más alto y se inclina hermosamente hacía un abismo al que alguna vez iremos.
Y el contrapunto al sonido incorpóreo de la ola es esa rítmica armonía del sol descendiendo, mientras tú, absorta,
nadas hacía lo eterno.
Martín Lorenzo Paredes Aparicio . 20 de Julio de 2019. Fuengirola, Málaga.
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