jueves, 12 de septiembre de 2019

Lagarto VI. El lagarto y el músico.

Camino con cautela,muy despacio, por el arrabal viejo de San Miguel. El adoquín aun resiste y no es asaltado en su alma: me evoca amor y melancolía por lo antiguo.
Voy a casa de mi amigo Alberto- recientemente restaurada- Desde su terraza se observa la hermosura obsoleta y decadente de la Iglesia de San Miguel; enterrada o rea entre los muros de otras casas, ciertamente bellas y antiguas.
Es hoy un día especial para mi amigo: las nueve de la noche; después de mucho tiempo va a conocer a un ilustre personaje de esta ciudad tan maltratada y derramada- el reptil verdidiano-
El animal consciente de las virtudes del músico, me ordenó concertar una cita con el ilustre creador de melodías: quiere darle las gracias y la bienvenida por su noble valentía de querer vivir en lo mas hondo y carismatico del Jaén antiguo.
En la opacidad mágica de la noche, nos citamos con el bello animal ,en la fuente de los caños- allí se hacían las más hermosas e ilustres figuras de pan: su tamaño tan magno y celestial parecía un pan hecho por la misma mano de Dios.
Descendemos Alberto y yo, por las veredas raudalianas: cuesta de San Miguel; y traicionando al sentido común callejeamos por eternos laberintos; y escuchamos a las hermanas clarisas cantar y orar ante el Cristo del Bambú; vemos el pescado remojado en la calle de su mismo nombre. Y a través de la Santa Cruz desembocamos en la plaza de los Caños.
Los ojos del músico- azules de cielo- hermosos como los personajes de un cuadro del pintor Carrillo, muestran el asombro ancestral y único al ver al generoso lagarto dentro de la fuente; en un remojo antiguo al claro de una luna llena y redonda.
Ambos hablan y se abrazan; no es necesario ningún tipo de presentación: el alma de dos viejos amigos está en íntima conexión desde tiempos inmemoriales, aunque estos crean no conocerse.
La noche sigue dibujando estrellas hermosas . Enfrente en los baños del Naranjo el jaenes disfruta de la magia del agua, del rito purificador que permite hablarle a su Dios.
Amanece que no es poco. El lagarto desaparece con su elegante y mágica docilidad.
Alberto sube con suavidad la cuesta, su ritmo lo marca la emoción más intensa y dulce, intima y bella. Ya tiene algo más que componer.
Y yo mientras tanto, sueño despierto para poder hallar la verdadera poesía entre las piedras.

Martín Lorenzo Paredes Aparicio. 8 de septiembre de 2019. Jimena de la Frontera. Natividad de la Virgen.

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