sábado, 14 de septiembre de 2019

Julia.

Duerme tranquila en el arrecife de la alegría.
La ola no salta ni despega, solo alza un poco sus ojos de espuma para mirate.
Acunate con delicadeza en los brazos celestes del cielo.
Dejate niña llevar por el viento que aluniza en esa bola blanca y redonda.
Y cuando despiertes Julia vuelve tus ojos de cielo hacia tu madre para que se cumpla el más hermoso de los ascendimientos.
Mientras yo en esta playa sin nombre, daré crónica de este dialogo de amor, eterno e imperecedero.

A Julia y Natalia. Fuengifinlandia. 14 de Septiembre de 2019. Luna llena

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