domingo, 20 de octubre de 2019

Reo eterno.

Nos os vayáis y observad el Santuario- antiguo Convento de los Carmelitas Descalzos- en sus entrañas brilla la belleza antigua de un camarín, de una capilla construida con la sangre derramada por un capitán. Su historia es real, ya la conocéis .

Es medianoche, traspasad el umbral del convento y mirad: un hombre de 33 años está llamado a coger una cruz. Solo el puede descifrar el misterio de ese madero. A su lado, otro hombre, espera escondido en una débil penumbra: se llama Simón el de Cirene. Y su victoria es poder ayudar a ese hombre que llaman Jesus a cumplir con la tradición.

¿ Cuántos Viernes Santos necesitara pasear ese hombre su hermosura para poder redimirnos?

Ya traspasa el umbral de la piedra antigua: no arrojeis claveles a su cansado rostro . Guardad vuestras emociones para el que verdaderamente las necesita: Él quiere caminar solo con su amigo. La Cruz ya no le pesa después de tantos siglos. Le duele nuestra desidia e incapacidad para amar al que lo necesita.
Dejad libre la saeta, que esta madrugada la voz rasgada se pierda por el monte.
Esperad a que salga y después iros: la sombra de la Cruz quizá os dé amparo en esta noche cerrada. La luna velará por Él. No tengáis miedo y marchaos.
Dejad que cruce solo la mansedumbre del cantón. Y cuando descubra la luz eterna de la Merced no lo miréis: que sus lágrimas hermosas se viertan con calma en la fuente nueva.

Pronto amanecerá y en el retorno más pacifico y hermoso buscará nuevamente la puerta antigua del camarín: no lo esperéis. Él volverá cansado con su bella mirada. Y el alto cielo pronunciara el nombre más hermoso: Jesús de los descalzos, hijo de Dios y reo de todos los jaeneros.


Martín Lorenzo Paredes Aparicio. 21 de Octubre de 2019. A Jesús de los Descalzos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario