sábado, 14 de septiembre de 2019

Naufrago.

He aprendido a mirar solo.
Intentaron hacer ver que no podía.
Me duele la piel de solo pensar en ti.
El murmullo del pájaro en la rama me otorga el premio del silencio.
Veo a través de la pantalla de la tarde el roce de tus pies bajando con cautela la escalera.
En la playa el temporal ha descosido la arena.
Surge el viento que derrumba la imperfección del caminante.
No tardes en cruzar la luz.
Aún me duela la voz de no verte.
Estos ojos siempre pensarán en ti.

Martín Lorenzo Paredes Aparicio. Fuengiciordoba. 15 de Septiembre de 2019.

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