Mi abuela al brillar la aceituna, me decía que me llevara todos los recuerdos a la montaña.
El sol en lo más alto, dominaba la quietud de la nava, y en la alacena de la casa antigua los olores se mezclaban y entonaban la sinfonía más hermosa.
Le hice caso y al ascender al vértice de la sierra colgué el recuerdo más bello: en el centro de su patio castellano , ella, tan frágil, como una flor recién cortada.
Martín Lorenzo Paredes Aparicio. Arbuniel 10 de Agosto de 2019. San Lorenzo.
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